Hoy se cumplen 8 años de mi primer triatlon en enero de 2013!
Les comparto la cronica que escribi en ese momento… que distinto era en esa epoca jajaj
Quien diria el IronKremen con tantos nervios y dudas!!
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Luego fuimos trotando rumbo a la bici, nos subimos y largamos. ¡¡¡No podía creerlo, el tándem rodaba!!! Sin embargo, creo que íbamos apenas dos kilómetros y Aba me dice que debíamos parar. Ni les cuento todo lo que se me vino a la mente nuevamente. Pensé que se había roto. Aba hizo algunos ajustes y me dijo que nos subieramos nuevamente. Ahí sí, empezamos a darle duro (o mejor dicho, Aba le daba duro y yo al principio, hasta que me saque la idea de que se iba a romper todo, simplemente acompañaba), pero luego me solté y empecé a pedalear duro también. No les cuento la adrenalina que sentía por la velocidad a la que íbamos, y claro sin ver por dónde íbamos y todo el tiempo teniéndole un poco de desconfianza al estado de la bici. Pero por suerte completamos los 20km sanos y salvos.
Nos quedaba la parte de running, que fue en parte estar más pendiente de que no me tiraran agua en los audífonos que concentrarme en el ritmo. Igualmente, la calidez y emoción que le ponía la gente con sus gritos y alientos, se vivían de forma muy especial.
Sin darnos cuenta, llegamos a la meta. Quizás no con tiempos tan buenos debido a que todas las emociones vividas me desconcentraron bastante de la cuestión deportiva, pero sí fue altamente positivo por muchas conclusiones que he sacado para en el próximo poder rendir mucho mejor todavía.
Quiero agradecer especialmente a Aba, no solo por ser mi guía en esta experiencia única, sino porque el primer día que me presenté en el Club para ser parte de la Escuela de Triatlón, asumió un compromiso conmigo que sabía que le iba a demandar tiempo adicional, atención especial y muchas cosas más sin pedir nada a cambio más que el compromiso deportivo. De más está aclarar lo gran persona que es.
También quiero agradecer a todos los triatletas del equipo que se engancharon con la propuesta de Aba y decidieron colaborar para que la escuela tuviera un Tándem para que yo utilizara.
Bueno, no quiero ser tan denso, así que simplemente, gracias a todos
MARTIN
Hola gente, ¿cómo les va?
Yo aquí, feliz, aunque si me preguntaban cómo me sentía hasta el jueves a la noche, y les decía que para el c…..
No sé por dónde comenzar a contar esta experiencia, pues, más allá de entrenar muy duro desde agosto en atletismo y natación, por diversas complicaciones no se conseguía el Tandem (bicicleta doble) que necesitábamos para la competencia. Así fueron pasando las oportunidades previas pues el objetivo era participar en el Triatlón Internacional de La Paz, Entre Ríos. El viernes 4 de enero, como anticipo de Reyes Magos, me avisaron que el tándem estaba! El tema es que la medida no era la ideal. no estaba apto para ser usado. Tal fue asi que prácticamente descartamos el triatlon. No les puedo explicar la sensación de angustia y bronca que me agarró, les aseguro que soy muy estable emocionalmente, pero en ese momento me sentí desbordado. Traté de ponerle humor a la situación, pero en mi interior estaba destruido, no por la competencia en sí como un hecho deportivo, sino porque para mí significaba mucho más que eso. Desde la pérdida de la visión, apenas 6 años atrás , primero tuve una larga etapa en la que estuve literalmente tirado, pensando que no había ninguna posibilidad de ser feliz siendo ciego e hipoacúsico. Pero por suerte, luego de un par de años, logré encontrar una motivación para vivir y darme cuenta de que verdaderamente podía volver a ser feliz. Así fue que el jueves por la noche, a eso de las 23hs llego a mi casa y recibo un mensaje de Aba… que lo llame urgente! Me dice que el tándem estaba OK, no se como hizo, pero lo cierto es que el tándem estaba en camino a La Paz. Realmente no entendía nada, porque el Día de los Inocentes había sido el 28 de diciembre, así que no sabía de qué me hablaba, pero luego me di cuenta de que hablaba en serio. Así que rearme planes e ilusiones y el viernes al mediodía me subí al auto de Mariano rumbo a La Paz.
Yo soy muy meticuloso con cómo me comunico con mi guia. Sin embargo Aba es un tipo de pocas pulgas, me dijo «Martin, tenemos que nadar desde un lado y llegar al otro del Paraná, luego tenés que pedalear y luego correr, ¿¿¿¿Qué más querés hablar????». Y encima Aba tendría que resolver cómo íbamos a hacer en las lomas de burro, giros y retomes con el tándem (porque era un cuadro chico y nosotros teníamos bastante peso) y en algunas subidas pronunciadas, imaginen mis pensamientos. Pero bueno … ya estaba jugado y me mandaría a hacer todo salga lo que salga. Lo concreto es que entre una cosa y otra, se pasó el tiempo y ya teníamos que ir a competir. Fue poco y nada lo que planificamos.
Nos subimos a la lancha, y nos llevó del otro lado. Cuando tuvimos que bajar para ir a la largada, tuve quizás una de las partes más difíciles antes de comenzar la carrera. Yo estaba ya sin audífonos, descalzo y teníamos que caminar unos 80 metros por un camino angosto lleno de rocas con pinches, con la arena que quemaba. Se me clavaron dos espinas en la planta del pie y la verdad que fue un momento desagradable, pero bueno…. es parte de los obstáculos que siempre aparecen en mi camino.
Ya en el agua, sin todavía tomar consciencia de que estaba por comenzar mi primer triatlón, siento la palmada de Aba en la espalda. Había que comenzar y LARGAMOS!! un poco alterado, aceleré, sentía que mis brazos se chocaban con otras personas y eso me desorientó, pero el triatlón es asi, eran otros competidores.
No sé por qué, pero estaba nervioso, aparte Aba me daba algunas indicaciones, yo no estaba seguro de lo que quería que hiciera. Lo concreto es que faltaban menos de 50 metros y yo pensé que apenas iban 300 metros, Aba me daba un par de indicaciones, seguía sin darme cuenta qué quería decir y más nervioso me ponía . Y para colmo siento que otra persona me agarra del brazo, con lo cual lo primero que se me vino a la cabeza, es que quede descalificado o algo por el estilo y en menos de 10 segundos se me vinieron a la mente mil cosas. Me quería matar pensando todo el quilombo que fue conseguir el tándem, ¡¡¡y al final ni siquiera me iba a poder subir!!! Pero por suerte al toque me di cuenta de que donde me hacían subir era la llegada de natación, y no podía creer que se hubiera pasado tan rápido.
Yo aquí, feliz, aunque si me preguntaban cómo me sentía hasta el jueves a la noche, y les decía que para el c…..
No sé por dónde comenzar a contar esta experiencia, pues, más allá de entrenar muy duro desde agosto en atletismo y natación, por diversas complicaciones no se conseguía el Tandem (bicicleta doble) que necesitábamos para la competencia. Así fueron pasando las oportunidades previas pues el objetivo era participar en el Triatlón Internacional de La Paz, Entre Ríos. El viernes 4 de enero, como anticipo de Reyes Magos, me avisaron que el tándem estaba! El tema es que la medida no era la ideal. no estaba apto para ser usado. Tal fue asi que prácticamente descartamos el triatlon. No les puedo explicar la sensación de angustia y bronca que me agarró, les aseguro que soy muy estable emocionalmente, pero en ese momento me sentí desbordado. Traté de ponerle humor a la situación, pero en mi interior estaba destruido, no por la competencia en sí como un hecho deportivo, sino porque para mí significaba mucho más que eso. Desde la pérdida de la visión, apenas 6 años atrás , primero tuve una larga etapa en la que estuve literalmente tirado, pensando que no había ninguna posibilidad de ser feliz siendo ciego e hipoacúsico. Pero por suerte, luego de un par de años, logré encontrar una motivación para vivir y darme cuenta de que verdaderamente podía volver a ser feliz. Así fue que el jueves por la noche, a eso de las 23hs llego a mi casa y recibo un mensaje de Aba… que lo llame urgente! Me dice que el tándem estaba OK, no se como hizo, pero lo cierto es que el tándem estaba en camino a La Paz. Realmente no entendía nada, porque el Día de los Inocentes había sido el 28 de diciembre, así que no sabía de qué me hablaba, pero luego me di cuenta de que hablaba en serio. Así que rearme planes e ilusiones y el viernes al mediodía me subí al auto de Mariano rumbo a La Paz.
Yo soy muy meticuloso con cómo me comunico con mi guia. Sin embargo Aba es un tipo de pocas pulgas, me dijo «Martin, tenemos que nadar desde un lado y llegar al otro del Paraná, luego tenés que pedalear y luego correr, ¿¿¿¿Qué más querés hablar????». Y encima Aba tendría que resolver cómo íbamos a hacer en las lomas de burro, giros y retomes con el tándem (porque era un cuadro chico y nosotros teníamos bastante peso) y en algunas subidas pronunciadas, imaginen mis pensamientos. Pero bueno … ya estaba jugado y me mandaría a hacer todo salga lo que salga. Lo concreto es que entre una cosa y otra, se pasó el tiempo y ya teníamos que ir a competir. Fue poco y nada lo que planificamos.
Nos subimos a la lancha, y nos llevó del otro lado. Cuando tuvimos que bajar para ir a la largada, tuve quizás una de las partes más difíciles antes de comenzar la carrera. Yo estaba ya sin audífonos, descalzo y teníamos que caminar unos 80 metros por un camino angosto lleno de rocas con pinches, con la arena que quemaba. Se me clavaron dos espinas en la planta del pie y la verdad que fue un momento desagradable, pero bueno…. es parte de los obstáculos que siempre aparecen en mi camino.
Ya en el agua, sin todavía tomar consciencia de que estaba por comenzar mi primer triatlón, siento la palmada de Aba en la espalda. Había que comenzar y LARGAMOS!! un poco alterado, aceleré, sentía que mis brazos se chocaban con otras personas y eso me desorientó, pero el triatlón es asi, eran otros competidores.
No sé por qué, pero estaba nervioso, aparte Aba me daba algunas indicaciones, yo no estaba seguro de lo que quería que hiciera. Lo concreto es que faltaban menos de 50 metros y yo pensé que apenas iban 300 metros, Aba me daba un par de indicaciones, seguía sin darme cuenta qué quería decir y más nervioso me ponía . Y para colmo siento que otra persona me agarra del brazo, con lo cual lo primero que se me vino a la cabeza, es que quede descalificado o algo por el estilo y en menos de 10 segundos se me vinieron a la mente mil cosas. Me quería matar pensando todo el quilombo que fue conseguir el tándem, ¡¡¡y al final ni siquiera me iba a poder subir!!! Pero por suerte al toque me di cuenta de que donde me hacían subir era la llegada de natación, y no podía creer que se hubiera pasado tan rápido.
Luego fuimos trotando rumbo a la bici, nos subimos y largamos. ¡¡¡No podía creerlo, el tándem rodaba!!! Sin embargo, creo que íbamos apenas dos kilómetros y Aba me dice que debíamos parar. Ni les cuento todo lo que se me vino a la mente nuevamente. Pensé que se había roto. Aba hizo algunos ajustes y me dijo que nos subieramos nuevamente. Ahí sí, empezamos a darle duro (o mejor dicho, Aba le daba duro y yo al principio, hasta que me saque la idea de que se iba a romper todo, simplemente acompañaba), pero luego me solté y empecé a pedalear duro también. No les cuento la adrenalina que sentía por la velocidad a la que íbamos, y claro sin ver por dónde íbamos y todo el tiempo teniéndole un poco de desconfianza al estado de la bici. Pero por suerte completamos los 20km sanos y salvos.
Nos quedaba la parte de running, que fue en parte estar más pendiente de que no me tiraran agua en los audífonos que concentrarme en el ritmo. Igualmente, la calidez y emoción que le ponía la gente con sus gritos y alientos, se vivían de forma muy especial.
Sin darnos cuenta, llegamos a la meta. Quizás no con tiempos tan buenos debido a que todas las emociones vividas me desconcentraron bastante de la cuestión deportiva, pero sí fue altamente positivo por muchas conclusiones que he sacado para en el próximo poder rendir mucho mejor todavía.
Quiero agradecer especialmente a Aba, no solo por ser mi guía en esta experiencia única, sino porque el primer día que me presenté en el Club para ser parte de la Escuela de Triatlón, asumió un compromiso conmigo que sabía que le iba a demandar tiempo adicional, atención especial y muchas cosas más sin pedir nada a cambio más que el compromiso deportivo. De más está aclarar lo gran persona que es.
También quiero agradecer a todos los triatletas del equipo que se engancharon con la propuesta de Aba y decidieron colaborar para que la escuela tuviera un Tándem para que yo utilizara.
Bueno, no quiero ser tan denso, así que simplemente, gracias a todos
MARTIN