La aventura del Raid de los Andes

Hoy se cumplen 4 años de una aventura que fue el puntapié  inicial de una levantada en lo personal, que todavía no tiene techo:  la primer edición del Raid de los Andes. Oportunamente me quise inscribir, pero los organizadores  no me dejaron porque no estaba apta para ningún tipo de discapacidad. Quienes me conocen  saben que no me iba a quedar quieto, asi que termine inscripto de una u otra forma!!!
Lo concreto es que esa aventura supero todo lo que podía imaginar por aquella época, y por si fuera poco, abrió las puertas para que en las diferentes carreras de aventura permitan la participación de ciegos o disminuidos visuales.
Les comparto también la crónica que escribí  para el running team en el que participaba. Releyendo esto me llamo la atención el cambio de actitud que tuve desde entonces. Cuando lean el final del relato se van a dar cuenta de lo que les estoy diciendo… acá va! CRONICA del Raid de los AndesEscrito por Martin Kremenchuzky el 20 de abril de 2012Captura de pantalla 2016-04-14 23.04.00

Todo comenzó en Diciembre de 2011,luego de completar los 42k «3 ciudades Patagónicas» acompañado por Samuel.

El Tano comentó la idea de hacer el Raid de los Andes, y yo, agrandado por lo del Sur y todavía con la adrenalina encima, dije «Yo voy». Este es uno de mis defectos, primero digo Sí y luego pienso. ¡¡¡Y como una vez que digo SI no me echo atrás, soy esclavo de mis palabras !!! Por suerte hasta ahora tan mal no me fue.

Estaba un poco preocupado porque ninguno de mis habituales compañeros del grupo de running iba a participar, excepto el líder del grupo, el Tano. Mi amigo Pablo iba a correrla y se ofreció a ser mi guía. A pesar de esto yo seguía preocupado, no por el compromiso y capacidad de Pablo, sino porque su estado fisico estaba por debajo del mio. Además, cada vez que le daba una palmada en la espalda, lo deslizaba unos 2 metros! (y en la montaña era muy factible  que tropezara seguido y tuviera que usar su espalda de apoyo)

Por suerte el Tano me aseguró que ibamos a andar bien con Pablo y que él en persona estaria como backup. Ya no tenía excusas!!!

La verdad es que comencé a prepararme físicamente para el Raid, pero jamás me puse a pensar todo lo que implicaba.

Desde febrero el Tano venia prometiendo que la semana siguiente iba a hacer la charla  introductoria, que aún no la dió… Creo que la va a dar la semana que viene, para que  sepamos  que había que llevar a Salta.

Asique gracias a estas postergaciones, no pensé mucho…

El día anterior a la partida, llegó un mail del Club de Corredores explicando los detalles de la carrera. Fue ahí cuando tomé  consciencia de la complejidad de la misma, pero bueh …. ya estaba jugado.

Esa noche preparé todo para partir al día siguiente al mediodía. Pero a la mañana siguiente, me llama Pablo diciendo que estaba en Tucumán, porque llovía en Salta y no habian podido aterrizar!

Sinceramente, no había contemplado ese factor climático, cómo me podría llegar a afectar debido a que los audífonos no pueden mojarse. En caso de lluvia quedaría ciego y sordo! Se me cruzaron muchas cosas por la cabeza, pero no podía echarme atrás.

Por otro lado iba a ser la primera vez que tomaba un vuelo solo desde la perdida de mi visión! Fue muy sencillo, pero hasta que uno no experimenta, no sabe con qué se va a encontrar (trámites, subir al avión, buscar la valija, tomar el taxi, etc.)

Ni bien llegué a Salta me tomé un taxi,  fui para el hotel y en el preciso momento que yo llegaba, el Tano volvía de retirar el kit. ¡Hasta para esto tiene un excelente timing! Luego tuvimos la charla técnica, fuimos a cenar y hasta la mañana siguiente no puedo contar más (Tito,no insistas, no voy a hablar).

DIA 1

Nos levantamos temprano, desayunamos,  fuimos hasta el punto de largada y ……… ¡largamos !

Salimos con Pablo y el Tano y no íbamos ni 500 metros y de repente una bajada bastante complicada… fue entonces cuando en mi cabeza me pregunté … ¿Que m…. hago  acá?

Luego comenzamos a correr sobre los rieles del tren, a los que poco a poco me fui acostumbrando y comencé a disfrutar la carrera. Hubo distintas complicaciones, pero todas posibles de solucionar. En algunos puentes muy complicados teníamos la opción de pasarlos por el costado atravesando el agua, con lo cual hicimos un recorrido más largo pero más seguro. Veníamos bárbaro hasta el kilómetro 12, en donde había una trepada, que creo va a contarla mejor el Tano o Pablo. Lo concreto es que llegué hasta arriba. Luego tuvimos que pasar por un túnel completamente oscuro, en el cual cambiamos de rol con Pablo y yo lo guiaba a él!!!

Así seguimos hasta que en el kilómetro 16 había un puente que no tenia camino alternativo (ver video oficial de la carrera que me filmaron pasando este puente y se van a dar cuenta de lo que les hablo). Más adelante, estaba la escuelita, donde paramos a sacarnos fotos, charlar con los chicos y luego de un rato retomamos el trote.

Creo que íbamos 19k, cuando el audífono dejo de funcionar! y la verdad me puse nervioso. Imagínense no ver y no escuchar… y no saber qué se venía !!!!

Por suerte en los últimos 5k no hubo grandes obstáculos que impidieran cumplir el objetivo, o mejor dicho …. el primer objetivo.

Ya en el campamento, comimos, elongamos y disfrutamos de las guitarreadas del Tano. Más tarde, charla técnica y a dormir.

La noche anterior no había podido llamar a Toto y me llego el mensaje de que estaba muy enojado pues habia estado esperando que lo llame para contarle el cuentito de antes de ir a dormir… asique esa noche tenia que llamarlo si o si para contarle el cuento correspondiente.

Les comento que yo estaba solo en la carpa pero no habia considerado que no eran paredes lo que me separaba de las otras carpas. Y al día siguiente me entere de que no solo Toto, sino también unos cuantos vecinos más se durmieron escuchando mis cuentitos.

DIA 2

La verdad que casi no pude dormir. No lograba encontrar una posición cómoda. Para colmo, tenía ganas de ir a hacer pipi y no sabía para donde ir al salir… Había olvidado preguntar que había en los alrededores de mi carpa. Así que no me quedó otra que esperar a los madrugadores para que me dieran indicaciones.

Luego desayuno, traslado y llegada al nuevo punto de largada. Creo que apenas íbamos entre 2 y 3 kilómetros, cuando debíamos subir una cornisa muy inclinada, llena de piedras  medianas por si fuera poco con cactus o cosas por el estilo que pinchaban. Yo apenas estaba con short, remera y medias cortas. Ese fue el único momento en el que puedo decir que ¡SUFRÍ! y que me hice nuevamente el planteo …. «¿¿¿Que m…. hago acá ????»

Luego de unos 200 metros de avance a paso más lento que el de una tortuga, apareció el Tano, y ya con el Tano adelante y Pablo cubriéndome las espaldas, se simplificó todo un poco.

Luego de pasar esa cornisa fue cuando me di cuenta cómo a mi manera podría disfrutar esta carrera y sentir toda la naturaleza que me rodeaba.

No era una carrera de calle en donde me cuentan que hay al lado, sino una en la que yo pasaba y tocaba todo, lo cual complementado con mi imaginación, me hacia disfrutar el paisaje de un modo increíble.

Así siguieron los kilómetros y a medida que pasábamos los distintos obstáculos, íbamos adoptando nuevas técnicas (que descubríamos en el momento) para superar el siguiente obstáculo.

La verdad que a pesar de todos los precipicios, piedras, alturas, etc., disfruté toda la carrera. En ningún momento me sentí inseguro ni nada por el estilo (únicamente en la cornisa mencionada al comienzo).

Fue muy grato también poder charlar con distintos competidores que fuimos encontrando a lo largo del trayecto.

Ni nos dimos cuenta  y faltaba un kilómetro, así que nos pusimos las pilas y corrimos hasta la llegada.

Allí había muchos integrantes del grupo esperando ansiosos nuestro arribo, lo cual hizo todo mucho más emocionante aun. Pablo y el Tano no podian parar de llorar. Había una periodista de Clarín dando vueltas por ahí, y no entendía por qué tanta emoción! Cuando se enteró decidió entrevistarme para la revista Viva. La verdad es que no sé si va a salir la nota, porque estábamos todos tan contentos que dijimos muchas pavadas juntas!

DIA 3

Era el tercer día y teníamos que hacer los últimos kilómetros en Las Salinas. No teníamos desayuno incluido , asique comimos los budines  que habían traído algunos.   Habia 3  budines, el que preparo el Tano, otro de membrillo que me parece que trajo Dani, y el que mando Irene. La verdad es que los 3 estaban espectaculares, pero al de Irene no había con que darle (Ire, me imagino que mínimamente me gane que me prepares un par de budines por el chivo …)

Ese día iba a ser mucho más fácil para mí desde el punto de vista del terreno, porque en las Salinas no hay ni desniveles ni obstáculos en el camino. Sinceramente no puedo creer cómo no me afectó en absoluto la altura. Me sentía para correr con todo, estaba feliz, cantaba mientras corría y se me paso volando el último tramo.

Misión cumplida !!! Nos abrazábamos y saludábamos todos los del grupo, incluso gente que ni se quien era me abrazaba y pedía para sacarse fotos conmigo.

Nos hicieron subir rápido a los buses para volver a Purmamarca a la premiación.

La verdad es que yo me anote en la categoría general, pues la carrera no era apta para ningún tipo de discapacidad, por lo tanto no me correspondía podio. Sin embargo, ni bien llegamos a la plaza del pueblo, escucho por los parlantes que empiezan a decir «tiene un hijo que se llama Tomas, tiene 5 años ….». Me di cuenta de que estaban hablando de mí… cómo sabían tantos detalles? Me invitaron al podio y subí con Pablote… el Tano era el que tenía el micrófono( gracias Tagle)… la verdad fue la primera vez que sentí que era un reconocimiento bien ganado por todos los riesgos que asumi!

Les cuento que mi premiación habrá durado unos 5 minutos y los ganadores de las distintas categorías fueron despachados en no más de 2 minutos todos juntos.

Quiero resaltar que ya desde los días anteriores, el apoyo  y buenos deseos de otros participantes que ni conocíamos, fue enorme.

Bajamos del podio y tenía 20 minutos para ir a bañarme, terminar de guardar la valija y subir al bus que me llevaría al aeropuerto!!! Asique ahí comencé mi última carrera para poder llegar a destino. Fue todo tan rápido que una vez en el bus me di cuenta de que ni tuve tiempo de saludar a varios del grupo. En el bus , compartí la ultima charla con el Tano, hasta que se bajo en la ciudad y yo seguí camino al aeropuerto.

Iba a tener que estar en el aeropuerto 4 horas hasta la salida de mi avión y me imaginaba que iba a ser bastante aburrido. Sin embargo, me lleve una gran sorpresa. Aparentemente había muchos corredores del raid y por lo visto me había vuelto popular. Unos cuantos vinieron a saludarme, a decirme que me habían sacado fotos en la carrera y me pedían el mail para enviarme o contarme historias.

Fue tal el movimiento, que hasta un chico que ni sabía de que se trataba por las dudas vino a pedirme un autógrafo!

Asique hasta subir al avión tuve charla todo el tiempo. Incluso fue divertido cuando aterrizo el avión. Yo estaba en la primera fila, y cuando me levante para bajar, la azafata me pidió que esperara que ella me iba a acompañar  a buscar la valija. La mitad de los pasajeros antes de salir del avión me saludaban y la mayoría con abrazo o beso, con lo cual la azafata no entendía nada!

Ya en tierras porteñas, y conversando con mis seres queridos, realmente era muy difícil explicar lo que había sido el fin de semana.  Creo que si uno no es runner, no puede llegar a entender lo que se siente.

Asique bue …, ya de regreso aquí debo ponerme las pilas nuevamente en el trabajo y continuar la lucha diaria.

Espero no haber sido denso…

Saludos